jueves, 1 de septiembre de 2022

MUNDOS .Apenas llegada a este lugar, sin lapso a reconocerlo o adaptarse, no podia dimensionar el dia o la noche. Siempre una perenne niebla abrumadora. El silencio aturdia. Interrumpido a veces por remotos murmullos, que no amedrentaban, simplemente eran inquietantes. Las facultades mentales próximas a la hibernación, Unica certeza provisoria: debia ajustarse a lo que acontecía. Su existencia había sido un constante preparación para, aquello que en su mundo denominaban viajar mentalmente en el tiempo y el espacio, para lo cual no se necesitarìa maquina alguna (entre las que se incluía el cuerpo físico). Unico medio, una exquisita preparación mental. El quid del entrenamiento consistió no solo en que su mente lograra la traslaciòn sino, también, en preservar la capacidad de retorno. Su pueblo había decidido este procedimiento cuando fue mas que evidente que los traslados físicos en pos de alcanzar otros mundos, serían casi imposibles, al menos en un lapso viable. Aunque hubo muchos postulantes fueron pocos los elegidos, aquelllos capaces de abordar la aventura desprendiéndose del caparazón físico para entrar en la dimensión requerida. La filosofía y su teoría de las ideas -ciencia que su pueblo había despreciado largo tiempo por considerarla inútil y poco práctica para las exigencias del mundo real exigía- fue la herramienta primaria que abordò el entrenamiento. El primer paso era conocer la mecánica de la herramienta: llamada mente. Asi fue que, luego de las evaluaciones previas resultó ser de las mas aptas. No solo fue capaz de absorber el conocimiento abrumador sino también demostró capacidad asombrosa para manejar las contradicciones y, al mismo tiempo, encontrar el camino de síntesis esencial Sin duda hubo efectos residuales, en su caso el màs distintivo era que periódicamente su ser languidecía en infinitos lapsos de tristeza, su voluntad, su inteligencia se hundìan en la desesperanza y luego, lo mas terrible, se desmayaba en sueños sin ensueños. Pasado un tiempo, la bruma se disipaba pero persistìa el estado de confusión un lapso mayor. Superado este proceso, era consciente que, si bien su entorno entorno no se había modificado físicamente, y. sin embargo, sentìa de modo inexplicable que algo había cambiado y que nunca volverìa a ser como era. Logrò darle un nombre a esta nueva realidad: se había alzado entre su mente y el mundo exterior un espeso muro de tristeza. La dimensión en la que había estado tenía colores brillantes que danzaban como cristales mágicos. No existìan los sentimientos ni las percepciones espaciales. Todo era experiencia sensorial, color, olor, frio, calor, sonidos. No tenía la capacidad de distinguir lo armònico o placentero de aquello que no lo era. Era un permanente flotar, donde se confundìan rostros, animales fantásticos, paisajes. Sentia que el Universo infinito estaba al alcance de su mano y, aùn asì era evanescente. Cada retorno era mayor angustia. Era difícil volver. Pero la materia, su cuerpo, aunque negado era mas poderoso y nunca lo soltaba libremente y, hábilmente desplegò su herramienta mas poderosa: la razón y se manifestò. Mentalmente había logrado volver a sus orígenes como polvo de estrellas, era un neutrino sin principio ni fin, solo una partícula danzante en el infinito. Como tal no accedìa al dolor pero tampoco al amor, solo duraba. Los científicos nunca encontraron explicaciones plausibles para los estados de angustia y confusión, quedan a resolver. En lo personal decidió salir del proyecto …..porque? la respuesta es una bruma

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