miércoles, 6 de enero de 2010

Nocturno


San Telmo, Plaza Dorrego, Misteriosa Buenos Aires. Canceles semi abiertas, faroles con luz escasa, abandonada por los ruidos diurnos de la gran ciudad turística, casi se pueden percibir las sombras fantasmales que la rondan.
En el silencio, podemos oir los recuerdos que se acunan y nos transmiten. Bajo el farol un compadrito con su infaltable Mireya, añoran los tiempos en que eran los reales protagonistas de la noche y no sólo de un tango. Más aquí, caballeros (2 o 3 no se distingue bien) de 1810, recordando cuando cruzaban el lugar para ir a la casa de otro patriota, justo enfrente, para complotarse contra los realistas, más aquí unas señoras de mediados del siglo XX, recordando cuando eran jóvenes recién casadas y el país era una promesa eterna de trabajo y bienestar …. Cuántos sueños, cuántas ilusiones acunadas en un sólo y mismo lugar, cuántas historias olvidadas en el apuro de los años ….

Homenaje a Van Gogh


Cafe Terrace on the Place du Forum Arles
Pintó dos cafés allí en Arlés, el otro es uno de sus cuadros más conmovedores del cual dijo “He tratado de expresar las pasiones terribles de la humanidad por medio del rojo y el verde” para mostrar a través del arte la condición humana y sus emociones. Era demasiado terrible para elegirlo, por ello recurrí -para homenajearlo- al otro.
Este muestra el exterior de un café que, según informan algunas guías turísticas, aún está en Arles aunque remodelado. Lo pintó con agitación, con la espátula haciendo remolinos, sin embargo llena de la luz y paz que siempre buscó pero no pudo encontrar ¡qué mejor representación de la esencia humana!
La perspectiva y los colores complementarios que utiliza introducen al observador en la pintura y más allá de ella. La textura gráfica del empedrado invita al ojo a ingresar al café. Las paredes de amarillo cálido se cortan en el cielo estrellado que era su pasión (¿habrá querido ser pasajero de alguna de ellas?) Se dice que amaba la noche, y descubrimos que escribió “Tengo una terrible necesidad de –puedo decir- la religión … así voy al exterior en la noche y pinto las estrellas”, sin embargo pinta la noche sin negro, luminosa …
En una carta dice “En realidad estos días fui interrumpido en mi duro trabajo en una nueva pintura representando el exterior de un café nocturno. En su terraza hay pequeñas figuras de personas bebiendo. Un enorme farol amarillo esparce su luz sobre la terraza, la casa y la acera y hasta le da cierto brillo al pavimento de la calle … los aleros al frente de las casas se muestran bajo un cielo azul cubierto de estrellas … hay un árbol verde. Aquí tienes una pintura nocturna sin negro en ella, hecha con nada más que hermoso azul, violeta y verde … me alegra mucho pintar la noche así …”

Las cuerdas del Universo


La física astronómica nos habla de la teoría de los universos paralelos, solo probada matemáticamente y aún restando la comprobación objetiva. Es probable y posible que sea cierta. Es una forma de permitir a nuestra mente aproximarnos a un concepto tan inasible como el de la infinitud. Esta imagen intenta representar tamaña imagen, pero se le incorporó un embrión generador de vida porque, en definitiva, nuestro inconsciente humano no ha podido desprenderse de la idea tan profundamente enraizada sobre la forma que adopta la generación de vida en nuestro oscuro y marginal planeta Tierra. Este embrión, no importa si animal o vegetal, es presentado como forma universal diseñada por el Gran Hacedor de la Maravilla que es el Universo.

Misterio en azul y blanco


Dos pequeña margaritas, lo único realmente identificable, hablan de belleza sencilla, imagen romántica de juegos amorosos del me quiere no me quiere. Sin embargo, así como la vida misma, no todo es tan simple. El trasfondo nos quita la apariencia de tranquilidad. En un caos generalizado se confunden el cielo con las profundidades marinas. Arriba la luna nos muestra los rostros casi ocultos de hechiceras y otros rostros extraños ….. En la parte inferior vemos las profundidades marinas con pequeños peces graciosos pero también con esbozos de monstruos marinos ¿Será quizás que nos alerta sobre las imágenes sencillas que encubren el mundo caótico?

Agua como te quiero


Un bosque, un rio caudaloso y un puente colgante. Sin embargo no es sólo una sencilla postal. Posemos la mirada en quien cruza el puente. Para el espectador desprevenido es simplemente una caminante. Pero yo, que la conozco, sé que este transitar es un acto de audacia. Su mirada está atenta al agua que se desliza, es tanto un gesto de recelo por el peligro que implica el torrente o como una mirada de envidia por la libertad que refleja en su fluir incesante. Imagino que este cruce como un Ritual en el que entona esos versos de Los Piojos que dicen
“Agua, como te deseo agua, te miro y te quiero agua, corriendo en el tiempo “
Agua que será bendición de un futuro que alienta esperanzas, amores …

Flor metálica


Ciudad de Buenos Aires, Facultad de Derecho al fondo, la encontramos al frente. Se la llama flor pero no ha florecido en la tierra ni pertenece al mundo vegetal, no es el resultado del misterio atávico de la incesante reproducción de la vida. Un simbolo del postmodernismo, la confusión aún de lo esencial. Es pura creación humana pensada para embellecer un parque. Quizás no es más que una metáfora apocalíptica de tiempos futuros donde el hombre se verá obligado a generar en metales el recuerdo de un mundo vegetal que ya no exista porque agotó todo aquello que la tierra es capaz de producir. Al igual que un gran girasol se abre y se cierra para señalar la presencia del sempiterno rey Febo pero no es nada más que eso, no se marchita (quizás simbolizando afan del hombre por ignorar el paso natural del tiempo?). Probablemente nos sobrevivirá a sus asombrados espectadores, recordándonos la permanencia inmutable de lo brutalmente material, que ha sacrificado en el altar de la eterna permanencia la aventura que significa la vida y su devenir

Lluvia en la ciudad


Los paraguas casi protagonistas, son como la piel de un monstruo que los cubre e iguala a todos y hacen que la ciudad se vea enigmática y misteriosa. Quizás estamos observando la escena desde la vidriera de un pequeño café y, como al descuido, nos esforzamos de ver individualmente a cada uno de los transeúntes, tratamos de sacarlos de la masa amorfa que se desliza y pensar en ellos como individuos con sueños, alegrías o tristezas, desiluciones, fatigas. Parece imposible, la ciudad los ha devorado, los arrastra con las urgencias sin razón, los ha encorvado …. Sin embargo, no todo está perdido, sobre las paredes de los edificios se vislumbra la claridad del sol que nos dice que la tormenta esta pasando, los paraguas se cerrarán y casi todos, o al menos uno, volverá a reir y tener esperanza.

El Tronador


Señor Majestuoso de la Naturaleza. Allí donde la estepa patagónica se transforma en la costilla andina, engalanda con la selva valdiviana y rodeada de lagos transparentes de belleza indescriptible. Se yergue como imponente señor de todas estas tierras. Fue nombrado y reverenciado por los pueblos originarios, quienes también fueron en su tiempo Señores soberanos de estas tierras. Hoy sólo él retiene su magnificencia con su roca muda y sus nieves eternas. Es el único testigo que nos podría decir de esas naciones que aquí reinaron y de su extinción trágica. Lástima no entender su lenguaje. Sin duda en el inconmensurable libro de la vida quedó escrita la verdadera historia al igual que quedará la de éstos visitantes actuales cuando no sean más que olvido ellos también.

Tarde soleada


Una plaza, árboles, personas, algunos autos, edificios, todo ello sugiriendo un paisaje urbano. Simple y obvio. Sin embargo … esta imagen tiene un objeto ¿cuál? ¿Qué nos quiere sugerir? Superficialmente el placer de las cosas comunes y rutinarias, hacer que apreciemos en los sucesos rutinarios, comunes y repetidos la posibilidad del pequeño goce. Encontrar una plaza donde todo se expone sereno para ofrecernos un breve lapso de paz y contemplación, en medio de una ciudad por esencia agresiva

Pareja primigenia


Una ciudad fuera del tiempo. Una pareja solitaria y única como recuerdo mítico. Nos sugiere el ensueño de un posible renacer. Ellos solos para construir un nuevo mundo, con la misma posibilidad que tuvieron Adán y Eva, siendo los hacedores actuales del mito siempre repetido, aún para este mundo urbano actual

El arco iris


La playa del Centro en Mar del Plata y una tarde invernal. Eramos cuatro caminando bajo la lluvia y con frio. En un instante el milagro: cesó de llover y la magia nos cubrió a todos. Surgió destellante, era el Arco Iris. Una imagen repetida desde tiempos ancestrales pero eternamente admirable y admirada. Le cantaron los mitos, las leyendas ubicaron en sus extremos los tesoros más fabulosos y la dicha que el hombre siempre buscó ansiosamente, sin aceptar que como el grial prometido su mérito es la esperanza que alimenta la búsqueda y los sueños que, a veces, se cumplen …