Costenera Sur en Ciudad de Buenos Aires. Una pérgola que no sólo es un presente muy bello, sino también muchos recuerdos. Dos niños que crecieron y se han hecho jóvenes adultos; que ya no corren ni saltan impulsivamente y miran hacia el futuro con espíritu en alto. El sol del atardecer primaveral los acaricia en un ambiente sereno invitándolos a moverse hacia su destino sin olvidar del todo los lugares que acogieron sus juegos infantiles.
Zapatos del Papa Francisco
Hace 10 años
beatriz son lindisimos tus trabajos.pero uno de mis preferidos es el de los barcos y las bailarina ya sabes que es por los colores que usastes en esos cuadros
ResponderEliminarun beso muy grande y segui pintando que lo haces muy bien
andrea gauna